Ahora no solo hay trastornos alimenticios en adolecentes, también en niños. Esta entrada no va tanto con lo que me gusta publicar en el blog pero es alarmante e importante saberlo. Hay un programa en National Geographic llamado Obsesión: Cuerpos que gritan, pasa en este canal los domingos a las 10 pm para quien guste verlo con temas relacionados.
Aquí está el artículo:
Por Benjamín Radford
Al llegar a la palestra la noticia de que algunas niñas británicas, de un máximo de cinco años, sufrían anorexia, muchas personas pusieron en entredicho a los responsables de siempre: los medios y la industria de la moda.
Modelos extremadamente delgadas, personalidades públicas y muñecas como la Barbie, con cinturas estrechas y senos increíblemente grandes, también figuran en la lista de los culpables. Las revistas de moda llenas de fotos glamurosas de cuerpos espigados tampoco ayudan.
Sin embargo, de acuerdo con los especialistas en trastornos alimenticios, las Barbies y las modelos escuálidas podrían no tener toda la culpa. El tema es bastante más complejo.
Los doctores Michael P. Levine y Sarah K. Murnen, del Kenyon College, realizaron un análisis integral de diversas investigaciones científicas, que trataban de comprobar si las imágenes de las mujeres en los medios de comunicación causaban o no la anorexia. Ellos concluyeron que una relación de casualidad entre los medios de comunicación y los trastornos alimenticios es únicamente una teoría y que para comprobarla sería necesario realizar investigaciones más profundas.
El resultado no fue una sorpresa para los investigadores del hospital londinense Great Ormond Street, uno de los hospitales más grandes del mundo. El Dr. Rachel Bryant-Waugh, jefe del Servicio de Trastornos Alimenticios del hospital, declaró a BBC News que gran parte de la cobertura reciente de la prensa que relaciona a los medios de comunicación con los trastornos alimenticios es errónea.
El Dr. Walter Kaye, de la Universidad de California en San Diego, uno de los más destacados investigadores de este campo, está de acuerdo en que gran parte de la preocupación con las imágenes de los medios de comunicación y la delgadez de las modelos es inadecuada.
La anorexia es una enfermedad mental que puede resultar mortal pero no es contagiosa y no puede ser “contraída” por observar las imágenes de las modelos. Aunque es posible que los factores socio-culturales (amigos, familia, medios) tengan un cierto peso en el desarrollo de los trastornos alimenticios, las investigaciones demuestran que existen muchos otros factores que contribuyen al problema, que a su vez reciben menos atención y son menos investigados.
A pesar de ello, la hipótesis de que los medios son la causa directa de la anorexia causó un gran revuelo entre la opinión pública. El año pasado, cuando se estrenó la película Cisne Negro, algunos estaban convencidos de que los casos de anorexia aumentarían en los Estados Unidos por el mero hecho de que las jóvenes desearían estar tan delgadas como su protagonista, Natalie Portman. Sin embargo, no surgieron evidencias de que la película hubiera fomentado los trastornos alimenticios.
El hecho de no existir una relación entre los medios de comunicación y la anorexia o la bulimia es una buena noticia. Al final, si los especialistas están en lo cierto, podemos parar de preocuparnos por la delgadez de las modelos y de las muñecas, y nos concentraremos más en las causas reales de la enfermedad. Y las buenas noticias no se quedan únicamente ahí: las nuevas investigaciones revelan que la mayoría de las niñas se sienten bien con su cuerpo y no están pasando hambre para parecer escuálidas como las modelos y las celebridades.
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